
Podía imaginarse las bromas en televisión, podía ver sus propias caricaturas en revistas locales, sus ojos de sombras violaceas, sus ojeras irremovibles en un estado de exageración máximo, sus ojos en el espejo... luego de lo que tan inmensamente había planeado... podía verse a si misma contestando mentiras, haciendo alusiones vagas acerca de lo que fue o de lo que no fue, de la inconsistente existencia de la irrealidad encontrada, se sabía muerta socialmente, se sabía desencajada en los escritos y en los recuerdos de alguien que tal vez yacía sin respirar al otro lado de su propia existencia.
Imaginaba que al fin, luego de sumergirse en la anonimidad de las cosas, de la simpleza de existir, caminar y producir lo suficiente para solventarse, alguién más iba a darle los créditos. La cama estaba helada, la luz entraba en ondulantes reflejos en sus sábanas. Tal vez sería bueno no dormir esta noche. Sería la última, aquella que iba a dirigir los pasos y las flechas hacia el otro camino, sería la última con su ropa, con su cama, con sus murallas tapizadas en flores y recuerdos de papel, la última en su creación de matices y reflejos, la última mientras mantenía los ojos bien abiertos...
2 comments:
«Las sábanas rezuman otras vidas y otros cuerpos mientras el amanecer trae nueva jornada de adicción y desvelo...»
BELMAR
Me interesaron muchos tus textos y tu perfil, me gustaría que visitaras mi blog, podemos compartir intereses sobre estética, fotografía y otras cosas deliciosamente "inútiles"
Saludos...
www.nigromanticos.blogspot.com
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